El equipo redactor del proyecto ganador del concurso “25 Viviendas Bioclimáticas para la Isla de Tenerife” esta formado por César Ruíz-Larrea Cangas, Enrique Alvarez-Sala Walter, Carlos Rubio Carvajal, Alberto Monedero Frias, Gonzalo Ortega Barnuevo y Javier Neila González.
La idea básica sobre la que se fundamenta esta vivienda es la geria, forma tradicional que tiene el cultivo de la uva en Lanzarote, consistente en proteger a la planta por medio de unos muros circulares de mampostería del lugar. De igual forma esta vivienda se protege de los fuertes y constantes vientos del Noreste de la zona, con una idea muy bonita de similitud entre ambas formas de concebir la protección de "la vida". Estos muros pétreos encierran unos espacios privados desde los que se ventilan las estancias con múltiples posibilidades visuales.
La casa se organiza según una pieza central paralelepípeda que se une, en sus dos extremos al muro, dando lugar a dos patios con las orientaciones básicas Norte y Sur. Los espacios vivideros interiores son flexibles, el usuario puede escoger el lugar más adecuado para desarrollar sus actividades a lo largo del día.
Como sistemas pasivos de control de las condiciones interiores de la vivienda nos encontramos que por un lado el forjado del suelo es independiente del terreno para conseguir un aislamiento del mismo, funcionando los muros perpendiculares como columnas que facilitan la renovación del aire caliente-aire frío por succión; por otro lado, la cubierta se ajardina con una capa vegetal, independizándose de la estructura para permitir en verano la circulación del aire que se refresca. Dicha cubierta protege de la radiación solar por medio de la evaporación de la cubierta húmeda.
Como sistemas activos, dispone de una chimenea húmeda que encierra en su interior los colectores solares y demás mecanismos productores de agua caliente sanitaria. Para la obtención de electricidad dispone de paneles fotovoltaicos.
Cabe destacar su innegable buena integración en el paisaje, que denota la exquisita sensibilidad que siempre debe contar una construcción bioclimática.
El equipo redactor el proyecto de esta vivienda, ganadora del segundo premio, está formado por: Nataxha Pulitzer, Sergio Los, enrico Cozza, Alberto Mohito, Cristina Boghteto, Sergio Los, Annamaria Bertazzon y Salvatore Pandolfo.
Lo más destacable de este proyecto quizás no sea la propia vivienda, sino la oportuna y clara respuesta que se da al lugar, a la forma de concebir la relación entre la vivienda y el medio que la acoge.
El primer problema que se afronta es resguardar la casa del viento predominante partiendo de la idea de no eliminarlo sino de regular su intensidad y utilizarlo como recurso para refrescar el interior y el exterior de la casa.
Se trata de crear una circulación exterior a ella, protegiéndola por medio de pérgolas con toldos de los efectos solares (como ocurre tradicionalmente en las ciudades mediterráneas) y que dan origen a lugares propicios para la relación y el descanso entre los habitantes de las viviendas. Por medio del entramado de muros se clarifica la noción entre espacios privados y públicos de forma que la casa se personaliza con el grado de apertura que decidan sus moradores.
La vivienda es de corte tradicional, a base de un paralelepípedo que se posa sobre una plataforma y que se cierra con una cubierta de teja a dos aguas, que se abre en todo su vértice para permitir un gran eje de luz y ventilación.
Interiormente se separa claramente la zona de día de la de noche, por medio de otro eje transversal de comunicaciones y exteriormente se adosan a ambos lados dos pórticos que permiten la utilización de estos lugares como estancias protegidas del sol. En uno de los lados, nos encontramos con un pequeño estanque que refresca el ambiente y plantas aromáticas que despiertan los sentidos, y al otro dispone de una zona para el cultivo de especies destinadas al consumo diario.
Acondicionar la casa para todas las estaciones es otro problema a resolver para ello ésta se ha situado estratégicamente entre el interior y el exterior desarrollando una serie de espacios intermedios que permiten seleccionar distintos cerramientos en función de las condiciones ambientales.
El edificio presenta caracteres masivos en los muros principales y en las columnas con la intención de estabilizar las oscilaciones de temperatura, muros aislados con aperturas diferenciadas en las fachadas meridionales y septentrionales para captar las radiaciones solares cuando estas son útiles para el mejoramiento de la climatización del interior.
Este proyecto comparte el tercer premio del concurso con el proyecto “el cubo de adobe”. El equipo redactor de este, está formado por Marta Puig Adroer y Sergi Serra Casals.
La característica principal de esta vivienda es que está semienterrada, quedando protegida con tierra. Aplica de forma pasiva la arquitectura bioclimática, utilizando los aportes solares directos, el sombreo y la ventilación cruzada en verano, protegiéndose de los vientos de invierno y diseñando la piel del edificio, termodinámicamente eficiente.
La casa esta semienterrada perimetralmente 2 metros. Unos taludes de tierra esconden la cubierta inclinada y levantan la fachada sur del patio para garantizar la captación solar. En el flaco sur las cubiertas se mueven inversamente con el mismo fin. La gran masa de la casa permite obtener ambientes con temperaturas poco fluctuantes a lo largo del año y proporciona una gran estabilidad térmica, que permite usar sistemas de climatización pasivos directos: captador, absorbente, almacenamiento, distribuidor y regulador se hallan en contacto directo con los ocupantes de la vivienda. Los mecanismos de refrigeración y calefacción le son intrínsecos (distribución en planta, aberturas, orientación......)
Los ambientes de las diferentes habitaciones tienen temperaturas poco fluctuantes a lo largo del año, con gran estabilidad térmica. El diseño protegido con tierra también protege acústicamente de los ruidos del fuerte viento de componente noreste exterior. Se proyecta una cubierta ventilada, protegida con tierra, especialmente idónea pues el calor que acumula se evacua por convección. A su vez, existe una ventilación inducida por estratificación.
La captación activa se limita a la instalación de placas solares para generar agua caliente sanitaria y paneles fotovoltaicos para la generación de electricidad. Bajo el patio, una galería registrable alberga acumuladores de agua caliente, bombas y maquinaria precisa para el buen funcionamiento del sistema.
La casa se organiza como una sucesión de habitaciones que se comunican por sus lados adyacentes y están relacionadas por el patio abierto. Los taludes se han aprovechado para formar unos pequeños patios posteriores para cada una de los cubículos. Así se garantiza la fachada sur y norte en cada uno de ellos, de manera que controlándolas se aseguran los aportes de radiación en invierno y la ventilación cruzada en verano, para cada una de las unidades. Las uniones entre ellas garantizan que halla una buena circulación de la temperatura en el conjunto del volumen. Además la existencia de estos patios posteriores elimina uno de los inconvenientes de las casas protegidas por tierra ya que este diseño suele asociarse con la oscuridad de un sótano y es importante dejar que penetre la luz solar en los espacios simplemente para crear un ambiente más cálido y habitable. Los sucesivos patios crean unas transparencias interiores que eliminan la sensación psicológica de cueva.